Una de las ventajas de la interconexión digital de la que disponemos en la actualidad es la posibilidad de realizar algunos tipos de trabajos (sobre todo aquellos que solo requieren un ordenador) de forma remota. Lo único que necesitamos, lógicamente, es un enchufe y una conexión a internet operativa.
Los oficios relacionados con la escritura son probablemente los que mejor se adaptan a las limitaciones de un viaje en autocaravana, al fin y al cabo el equipo de trabajo que deben llevar consigo es mínimo y además las propias aventuras del trayecto nos pueden proporcionar la excusa o la inspiración para crear nuevos artículos o relatos. En general, si la relación con nuestros clientes puede organizarse online y no necesitamos una gran cantidad de herramientas de trabajo que transportar con nosotros, existen numerosos empleos que pueden adaptarse perfectamente a la vida nómada (al menos de forma temporal).
Trabajar en nuestras vacaciones en autocaravana no es lo ideal, pero si es una tarea que no podemos posponer o incluso es la razón para realizar el viaje, lo mejor es tratar de integrarlo dentro de nuestra rutina y disfrutarlo en la medida de lo posible. Veamos algunas ideas para organizarnos:
1. Planificar.
Puede que pensemos que hoy en día el acceso a internet está garantizado en cualquier sitio, pero dependiendo de nuestro proveedor y de la zona en la que estemos podemos encontrarnos con sorpresas. Deberíamos revisar previamente las zonas de cobertura y de ese modo establecer cuando es mejor trabajar offline y cuando es el momento apropiado para conectarse y subirlo todo rápidamente. Para archivos de mucho peso puede que nos interese investigar campings, cafeterías o bibliotecas donde podamos realizar una parada estratégica.
2. Minimizar la tecnología.
Esto puede no ser aplicable a todas las situaciones, pero para aquellos cuya labor principal es la escritura existe una alternativa analógica que no tiene ninguna limitación: lápiz y papel. Puede que el proceso resulte algo raro al principio, pero también puede ayudarnos a concentrarnos, reservando las tareas de corrección y edición para el momento de teclearlo todo en el ordenador.
3. Concentración.
Si no queremos que nuestras tareas se conviertan en una carga que arrastrar durante todas las vacaciones lo mejor que podemos hacer es fijar un horario y cumplirlo a rajatabla (tanto a la hora de empezar como la de terminar). Cada uno tenemos nuestras manías y preferencias, pero si nos acostumbramos a levantarnos un poco antes que los demás, dispondremos de la tranquilidad necesaria para concentrarnos en nuestro trabajo y podremos disfrutar del resto del día con la satisfacción del deber cumplido.
4. Pragmatismo.
Hasta los mejores planes acaban chocando con la realidad, si alquilamos una autocaravana cinco días con nuestra pareja y los niños pequeños es bastante probable que el trabajo que logremos desarrollar sea poco más que lo mínimo imprescindible (en el mejor de los casos). En estos casos debemos ser realistas, probablemente lo mejor sea concentrarnos en disfrutar del viaje y recuperar el tiempo de trabajo de otra manera.
